01/07/2024
Llego al corazón del Jardín, donde nos encontrábamos siempre, y allí, en medio del caos, te veo. Estás en una luz que parece luchar contra el fuego, pero necesitas mi ayuda. "Estoy aquí", digo, mi voz quebrada pero firme. Me lanzo hacia ti, ignorando el dolor, el miedo y la desesperación.
Con cada paso, el calor me abrasa, pero no me detengo. La pasión y el amor que siento son más fuertes que el dolor. "¡Voy a salvarte, aunque me cueste la vida!" Mis palabras son un rugido desafiante contra el destino cruel. Las llamas parecen retroceder ante mi determinación, como si entendieran que no me rendiré.
Te abrazo con todas mis fuerzas, protegiéndote de las llamas. "No dejaré que te pierdas, no dejaré que el fuego nos destruya." En ese momento, siento una paz extraña. Las llamas no pueden quemar lo que es puro y verdadero. Nuestro amor, nuestra conexión, es más fuerte que cualquier destrucción.
El Jardín puede arder, pero mientras estemos juntos, siempre habrá esperanza, siempre habrá un renacer. Y así, en medio de la devastación, prometo que construiremos algo nuevo, algo aún más hermoso y eterno.